El Sunset Limited y La cultura del entretenimiento
Por
Sergio Muñiz
Abril,
2011.
México
D.F.
…¿Porqué
le es tan difícil entender que hay personas a las que ni siquiera les
interesa creer en Dios?- … -Lo siento, pero la idea de la existencia de Dios es
solamente basura-
-¡Oh Dios ten piedad de nosotros! -Dijo el
predicador-, juntando las manos en una actitud deliberadamente
melodramática rayando en lo cómico.
-¡Jesús ayúdanos, el profesor se ha vuelto
loco y está blasfemado, y ahora ya no tendremos salvación!-
- Parece
que no encontró algo más malicioso que decir -Dijo con impaciencia el
profesor-
-No,
pero creo que usted sí-
-Lo
que digo es solamente un hecho-
-Desde
luego, el hecho más importante de su vida, más aún, creo que ese
hecho es su vida-
-Y
sin embargo, no lo encuentra tan malo-
-No, porque creo que es curable. Mire, si me lo pregunta, le diría que el Señor
ha escuchado eso tantas veces, que creo que ya no le molesta mucho.
¿Usted se enojaría? quiero decir, si alguien que esté junto a usted
le viera y escuchara, y luego declarara que usted no existe, ¿Se molestaría
por eso? -
-No,
más bien sentiría pena por él-
-Cierto,
e imagino que hasta trataría de ayudarlo-
El
diálogo es de la película The sunset Limited
basada
en la obra teatral del mismo nombre escrita por Corman
McCarthy.
La trama se centra en un debate sobre la fe y el significado de
la vida entre un profesor blanco de literatura y un predicador negro, quien,
a la sazón había evitado en el último momento que el primero se suicidara
lanzándose a las vías del tren, el sunset Limited.
Todo
el diálogo es un equilibrio de inteligencias a pesar del contraste en los
antecedentes de ambos personajes: Uno, un solitario ex convicto por
asesinato y ahora un obrero que había encontrado el sentido dela vida en Dios y
en la biblia.
No
soy más que un idiota campesino negro de Luisiana y en mi cabeza no hay un
solo pensamiento original, todo lo que sé está en ese libro y lo que
no esté ahí, no me interesa.
El
otro, un académico de carrera, igualmente solitario como su contraparte.
¿En
qué cosas creo?...en cosas, como libros, cultura, música, arte cosas valiosas para
mí, como los cimientos de la civilización. Al menos solían tener valor,
pero eran cosas frágiles y yo pensaba que eran indestructibles...estaba
demasiado infectado para verlo la gente dejó de valorarlas yo dejé de
valorarlas y le digo: no tengo más creencias. El mundo, la cultura
occidental se están muriendo, no es algo impersonal es personal, es lo que
hace la educación.
The sunset Limited demanda del espectador
una concentración intelectual casi igual a la del autor para
escribirla. Mencionaré de paso la solvencia histriónica de Samuel
L. Jackson y Tommy Lee
Jones; el segundo, dirige además
la versión cinematográfica.
El
debate entre ateo y creyente no llega a una conclusión definitiva, pero queda
el planteamiento de un aparente antagonismo de percepciones.
Hay
una suerte de equidad en ambos personajes: el profesor intenta suicidarse,
escapar de la distorsión de valores sobre los que había fundamentado
su existencia.
No
necesita haber leído la biblia para tener una noción perfectamente clara de la moralidad
y sus motivos son básicamente espirituales, en un significado amplio
del término.
Por su parte, el evangelista
(admitamos el término como sustantivo) hacía tiempo que se había “suicidado”,
es decir, había escapado del entorno de ausencia de valores que había
condicionado su existencia. Había
renunciado al mundo que había conocido y a sus propias inclinaciones violentas. La falta de educación formal no le impide entablar
una conversación de razonamientos lógicos y de apreciaciones estéticas.
No
hay maldad en el arte y la ciencia, como tampoco hay virtud en el mero
hecho de leer la biblia u otro texto religioso y que dicha lectura no se
traduzca en actos virtuosos.
El
problema para el arte, la ciencia y la religión es el prejuicio y la corrupción. Esto
no quiere decir que no exista el verdadero arte, la verdadera ciencia y la
verdadera religión.
Desde
siempre, la parte más vulnerable es la religión, sujeta en el mejor de los
casos a diferencias de interpretaciones y cismas. En la ciencia, las cosas no son mucho mejores, los
hechos experimentales siguen estando sujetos a la interpretación y en muchos
casos a extrapolaciones que rayan en lo improbable, convirtiéndolos en
artículos de fe.
En
el ensayo La cultura del entretenimiento, el escritor Mario Vargas Llosa hace un análisis más
extensivo del papel del arte y el entretenimiento en nuestra sociedad y de
la distorsión de la percepción que de él tenemos por la influencia de
la mercadotecnia mediática. En
la actualidad, la tecnología nos pone a una distancia de teclear una frase
en Google para acceder a prácticamente todo el conocimiento
acumulado durante siglos, lo mejor del arte, la música y la literatura,
las crónicas instantáneas de todos los deportes, información tecnológica y
científica.
Una
verdadera ³orgía´ cultural e informática. Sin
negar todo el beneficio que esto supone, lo que hemos ganado en cantidad, lo
hemos perdido en análisis crítico.
Más
o menos tenemos consciencia de que un anuncio publicitario exalta
las bondades a veces inexistentes de un producto o servicio, y es
nuestra elección comprarlo o no. No
tiene nada de malo comprar ocasionalmente algo que está de moda, aunque no
lo necesitemos. Eventualmente, la publicidad cumple una
función importante en la economía.
El problema es que ese mismo
mecanismo se vuelve imprescindible: Una película no puede recuperar su
inversión si no es promovida intensamente, es entonces que la crítica
cinematográfica pasa a un segundo término. Los
maravillosos efectos especiales en el cine se vuelven tan necesarios, que la
calidad de los actores y el argumento mismo dejan de ser lo más importante.
En
cuanto a libros, la virtud más destacada es que sea un “best seller”.
En
el terreno político e intelectual, la Francia de Jean Paul Sartre ahora es la
Francia de Sarkozy y Carla Bruni: las ideas ceden paso al espectáculo mediático. Adefesios
plásticos se cuelan en las galerías de arte con etiqueta de
³arte moderno´ y se compran aprecios exorbitantes. Una
estrella de rock o de rap, sin excluir la posibilidad de que tenga propuestas
interesantes, tiene más poder de convocatoria que un poeta.
Desconozco
el nivel de audiencia de The sunset Limited
Transmitida
por HBO, pero quizás es comparable a la irrupción de Charly Sheen en Tweeter:
2 millones de seguidores en un solo día.
Sheen
es un buen actor, pero creo que el interés que genera tiene que ver más con su vida
privada. Esto
ilustra el auge de revistas como Hola que se leen en muchos países.
He
citado algunos ejemplos expuestos en el ensayo de Vargas Llosa, pero creo
que el concepto más importante que plantea (según mi interpretación) es que
nunca han dejado de producirse verdaderas obras de arte en todos los campos, sigue
habiendo intelectuales comprometidos y propuestas políticas serias; la
religión y necesidades espirituales son completamente vigentes.
El
problema es que ahora todo eso tiene que competir con un diluvio de
insustancialidad intelectual y publicitaria que, sin darnos
cuenta, nos hace que compremos gato por liebre.
Como
una observación personal, diré que disiento del uso indiscriminado que el
premio Nobel de literatura hace del término sectas al referirse a las religiones. Por
lo demás, las ideas objeto del ensayo son perfectamente claras, y desde
luego, comparto esa vaga y casi imperceptible sensación de que, de un tiempo a
la fecha, nos han estado tomando el pelo.
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