Hazte periodista

El texto lo escribió un entrañable amigo de Barcelona. De su ahora desaparecida página rescaté algunos de sus escritos.
En memoria de Pedro Cantero " Cafenoche". De ahí el nombre de café-siempre,  este blog.

HAZTE PERIODISTA, PAGARÁS TU HIPOTECA

Hace ahora 32 años, se produjo lo que se conoció como el "Caso Watergate". Corría el mes de junio de 1972 cuando el vigilante de un edificio contiguo, vio a un grupo de personas en las oficinas del Partido Demócrata, las cuales fueron detenidas, llevadas ante los tribunales y juzgadas, entre estas personas había un ex agente de la CIA. Este hecho, aunque levantó polvareda, en la práctica, pasó desapercibido para la mayoría del pueblo norteamericano. Con todo y eso, a pesar de los indicios racionales de la implicación del gobierno, Richard Nixon fue reelegido. El presidente mentiroso, tramposo, se frotaba las manos, un segundo mandato, nada podía con él, ¿nada?
El hombre tramposo no contaba con algo consagrado en los derechos de los ciudadanos. El derecho a estar informados, la libertad de expresión y la inexcusable obligación de los periodistas a poner en letra impresa lo que sabían.
Dos periodistas del Washington Post -Bob Woodward y Carl Bernstein- continuaron tirando de los hilos que la administración quiso cortar y, tanto trabajaron, tanto investigaron, que pudieron vencer al hombre más poderoso de la tierra; lo hicieron armados de una máquina de escribir, del apoyo de su editor y de la fe en que la verdad nos hace libres.
En 1974, Eduardo Haro Tecglen decía: "lo que ha caído con Nixon es una dictadura, una autocracia". ¿Recordará el ilustre columnista esta frase?, ¿se aplicará el cuento? ¡Ilusos!

Ya se ha escrito de todo esto, pero la memoria del Caso Watergate, nos lleva a reflexionar sobre la prensa de hoy, a hacernos una pregunta: ¿se podría dar en nuestra sociedad un caso como ese? La respuesta es desalentadora. Si pasamos por encima de la teoría, si pasamos de la presunción de independencia de unos y de otros -que sólo ellos proclaman- y nos quedamos con la realidad, la respuesta es no.
Recuerdo que la mejor definición de un periodista actual la leí en un foro en la red: "un periodista también tiene hipoteca". Pero, ¿de qué hipoteca hablamos?, ¿de la inmobiliaria o de la que firman cuando aceptan el famoso libro de estilo?

Hace tan sólo unos días, saltó a los medios una lista elaborada por la Generalitat de Cataluña, en ella, se ponía de manifiesto a qué medios se consideraba fieles y quiénes no eran afines con el gobierno de Amargall. Pero la cosa no acaba aquí, el émulo del esposo de Carolina de Mónaco, aprovechando su asistencia a las jornadas del "Círculo de Economía" que se celebraban en Sitges, se permitió el lujo de indicar a los servicios informativos de TV3 su error por no destacar el proceso de aprobación de los presupuestos que se debatía en el Parlament y, por el contrario, haber hecho mención a la orden de suprimir el complemento en las pensiones a las viudas.
En un país donde la libertad, no la formal, sino la real, la auténtica, fuera un hecho y no una mera teoría, este caballerete duraría bien poco, la prensa independiente, libre, actuaría y pondría al descubierto las desvergüenzas del político de turno. Amargall sería historia. Pero como de costumbre, y aún a pesar de la protesta del Colegio de Periodistas de Cataluña, la prensa adocenada, mansa, conveniente, guarda un respetuoso distanciamiento, no sea que hagan enfadar al adalid de la libertad D. Pasqual Amargall.

En el fondo, Amargall hace lo correcto, se sabe amo y señor de las plumas, así pues, ¿qué le impide obligar a que escriban al dictado? Él, después de todo, no es el culpable, sólo ejerce el derecho de pernada sobre los escribidores.
Es sólo la cobardía, la estulticia, la cortedad de miras y los inconfesables intereses de unos y de otros las que permiten que esto suceda y que todo continúe como si no hubiera pasado nada.
La máxima es sencilla: escribe, comenta, sí, pero dentro de lo políticamente conveniente. Esto significa que se debe escribir sobre la antítesis de lo que es bueno para la sociedad, de lo que es sano, lo que es moral… pero, ¿qué más da? ¡Y no olvides reñir al hombre de a pie por no leer cada día tu periódico…! Es decir, además de prostitutos debemos poner la cama…

Pero mejor no pensamos, PENSAR Y ESCRIBIR DESDE LA ÉTICA, PRODUCE CÁNCER. 
Escrito por cafe a las 5:09 PM Comentarios(0)


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